Las chinches de cama han estado asociadas al ser humano y vivido en nuestros hogares durante miles de años. Estos insectos fueron un problema de salud pública en todo el mundo durante los años de 1940 y 1950, siendo casi eliminados con el uso de insecticidas como el DDT.
La introducción de pesticidas a mediados del siglo pasado redujo mucho su incidencia. Sin embargo, en los últimos años sus apariciones se han vuelto cada vez más frecuentes.
Esto se explica, en parte, por el incremento de movilidad de la población, la densidad de población en las grandes ciudades, la evolutiva resistencia de estos parásitos a algunos insecticidas y la prohibición de otros por su toxicidad.
¿Acabas de descubrir que tu casa o tu cama están repletos de chinches? Mantén la calma; a continuación te contamos todo sobre esta plaga para que sepas cómo actuar ante su aparición.
¿Qué son las chinches de cama y qué daño pueden producir?
Este pequeño insecto es un ectoparásito, es decir, un organismo que vive en el exterior de otro organismo (un huésped) y se beneficia de la relación a expensas de éste. Tienen forma ovalada y son planos y peludos. Suelen medir entre 4 y 7 mm y su color puede variar del castaño rojizo al gris.
Tienen 6 patas y, aunque han perdido las alas, pueden correr a gran velocidad. Se alimentan de sangre humana y de la de otros animales como aves de corral, murciélagos o roedores.
Son dos las especies que afectan a humanos: Cimex lectularius, más común en las ciudades, y C. hemipterus, más frecuente en climas tropicales y subtropicales.
Fuente: researchgate.net
Como decíamos, las chinches se alimentan de sangre, y durante este proceso inyectan saliva, para evitar que esta coagule. Sus picaduras pueden ser difíciles de distinguir de las de otros insectos o de erupciones cutáneas.
Las lesiones más comunes son ronchas o erupciones en la piel, aproximadamente de 1 cm, acompañadas de picor e inflamación que, por lo general, dejan ver una mancha roja más oscura en el centro. Suelen ser múltiples y presentarse en grupo o acomodadas en línea en áreas como el rostro, brazos, cuello, brazos o manos.
Es muy importante no rascarse las picaduras, ya que las heridas provocadas por el rascado pueden sobreinfectar, causando cuadros más difíciles de tratar. Si la comezón es muy intensa, un médico puede recetar antihistamínicos orales para aliviarla.
No se tiene constancia de que transmitan ningún patógeno humano que cause alguna enfermedad, pero su presencia puede llegar a causar angustia emocional a los afectados, generando ansiedad e insomnio, pues se presentan mayormente en los pliegues de colchones y muebles con estas mismas características; básicamente, donde descansamos.
¿Cómo saber si hay una plaga de chinches?
Las chinches de cama son una plaga que no tiene preferencias, pues llevan a cabo su ciclo biológico dentro de casas o edificios, en ambientes tanto rurales como urbanos y de cualquier nivel socioeconómico.
De hecho, en los últimos años, están siendo comunes las infestaciones en hoteles, albergues y casas de alojamiento temporal. Estas plagas también pueden estar presentes en el transporte, ya que se logran subir a maletas, ropas y objetos de los turistas y viajeros.
Dado que evitan la luz, durante el día se esconden en colchones, estructuras de las camas, sofás, sillones y textiles de todo tipo como sábanas, almohadas, cojines, mantas o prendas de ropa. También pueden ocultarse detrás del papel tapiz de las paredes o de cuadros colgados, en enchufes, en las grietas de los muros y suelos, en los libros, entre otros.
Algunas señales más evidentes que podrían apuntar a que hay una plaga en tu espacio son:
- La presencia de manchas oscuras (excrementos) alrededor de sus escondites.
- Aparición de manchas oxidadas de color marrón-rojizo causadas por los restos de sangre en colchones y sábanas.
- Olor fétido y “dulce” que desprenden sus secreciones, el cual se aprecia cuando las chinches son numerosas.
Por su parte, indicadores definitivos pueden incluir la aparición de insectos adultos, de exuvias (restos de exoesqueletos vacíos tras las mudas) de color amarillo pálido y la aparición de huevos eclosionados o sin eclosionar.
Tipos de chinches de cama y cómo controlar una plaga
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¿Por qué es tan difícil erradicarlas?
Varios factores contribuyen a que controlar una infestación de chinches sea todo un reto. Las chinches pueden vivir hasta 6 meses sin comer y sobrevivir hasta 12 meses sin alimentarse de humanos, atacando sólo a pájaros y roedores.
También contribuyen algunas características de las viviendas como el aumento de la humedad, la falta de circulación de aire, poca o no frecuente limpieza y muebles descuidados; lo cual puede brindarles escondites cómodos y seguros.
De igual forma, existe un “estigma social” asociado a las plagas de chinches que puede hacer que las personas no recurran o soliciten servicios a profesionales de control de plagas, favoreciendo así al resurgimiento y la resistencia.
¿Cómo prevenir y controlar a las chinches?
Evitar su entrada es la mejor forma de prevenir. Una buena limpieza e inspección es el primer paso. Es aconsejable reparar o rellenar cualquier grieta o hendidura en muros, techos y suelos, así como sellar los espacios entre las paredes y marcos de puertas y ventanas.
Asimismo, es conveniente tener mucho cuidado al viajar. Si dentro de tus actividades está viajar frecuentemente, revisa bien la habitación donde te hospedas antes de instalarte y si te percatas de cualquier signo que pueda señalar su presencia, cambia de estancia.
Tampoco coloques tu maleta sobre la cama o sobre el piso, ya que podrían subir a tu equipaje y así los lleves a casa. Lo mejor es usar estantes disponibles para equipaje o sobre una mesa o escritorio.
Para su control, lo importante es confirmar que estamos ante una plaga de chinches. Si te despiertas con picaduras, verifica si hay manchas de sangre en la ropa o la cama. Busca también excrementos, ya que las chinches defecan mientras pican o, por lo general, lo hacen después. Ya comprobada su presencia, no lleves objetos de una habitación a otra para evitar expandir la infestación y empeorarla.
Empieza concentrándote en los métodos mecánicos de control, pues puede ayudarte a minimizar el uso de pesticidas. Estos incluyen pasar la aspiradora, así como lavar ropa de cama, prendas de vestir o peluches a una temperatura mínima de 60 ºC, ya que estos insectos no toleran las altas temperaturas. Si hay algo que no puedas lavar de inmediato, guárdalo en una bolsa de plástico hermética hasta que puedas hacerlo.
Para un caso severo será necesario usar pesticidas profesionales, aunque se debe tener cuidado y dejar que la ropa de cama, colchones, tapizados y muebles se sequen completamente antes de usarlos. No utilices insecticidas caseros, pues puedes poner en riesgo tu salud y la de tus seres queridos.
Además, lo único que lograrás será empeorar la situación poniéndolas en alerta y forzándolas a buscar nuevos espacios, esto hará que se dispersen. En muchas ocasiones, la erradicación requiere más de una visita de un profesional de manejo de plagas.
Si ya comprobaste la presencia de chinches en tu casa, oficina o negocio, es necesario contactar a un profesional. En DIAMSA ofrecemos un servicio de calidad con personal altamente capacitado.
Si necesitas más información sobre nuestro servicio de manejo integral de plagas, puedes contactarnos por teléfono al 55-9099-3174 / 55-9099-3175 o también, escribirnos por correo electrónico a contacto@diamsa.mx
Servicio de Manejo Integral de Plagas
Referencias:
- Cómo podemos combatir las chinches de las camas y por qué están regresando tras casi ser erradicadas hace 80 años | BBC
- Por qué aparecen y cómo acabar con las chinches | ECOMOL
